22 julio 2018

EL FUTURO ES AHORA

Uno de los peligros de hablar del futuro y la Nueva Humanidad es pensar que todo pasará en algún día lejano, que no seamos capaces de sentirlo ahora y lo tomemos como una posibilidad remota que puede gustar o no gustar, creer o no creer, pero que terminamos dejando en el fondo de un cajón mientras seguimos con nuestra rutinaria existencia, haciendo lo mismo que ayer y sin que nunca pase nada. No nos damos cuenta que el futuro es tan improbable como nosotros queramos y tan posible como lo decidamos, y que si todo nos parece que sigue igual es porque nosotros lo permitimos.

Todo futuro probable, desde el más bueno hasta el más malo, está contenido en cada uno de nosotros, aquí y ahora, en cada elección, decisión y acción que tomamos, y solo necesita ser proyectado para que se convierta en realidad. De nosotros depende lo que decidamos manifestar, pues lo que nos cuesta entender es que ese futuro no es algo que está viniendo hacia nosotros y solo hay que sentarse a esperar, sino que es una simiente de posibilidades a plantar, regar, abonar y permitir crecer para construir lo que queramos dentro de nuestro gran potencial y genuina Humanidad.

Lo que no cabe duda es que cada uno vive en su propio universo, de acuerdo a sus pensamientos, ideas y creencias a las que da cabida y alimenta. Quien piensa en negativo todo lo verá negativo, con resignación, y quien piensa en positivo podrá cimentar y construir lo positivo, es una simple cuestión del principio de afinidad que nos dice que lo semejante se atrae y que los opuestos se repelen.

Claro que no se trata de dejar de ver y percibir toda las miserias que tenemos y existen a nuestro alrededor, pero tampoco hay que dejarse abatir por ellas con derrotismo, sino que las miserias hay que convertirlas en acicates para la lucha y el cambio, otorgándonos la facultad de crecer y evolucionar, de mejorar tomando las decisiones adecuadas y emprendiendo las acciones precisas para trascender y superar las dificultades.

Igual pasa en lo colectivo, ya que si suficientes humanos piensan, demandan y accionan en pos de un mundo mejor, éste terminará manifestándose más tarde o más temprano, pues la maldad no prevalece porque los que la ejercen son mayoría, sino porque otros muchos lo permiten.

Entonces la pregunta que tantas veces se hace es ¿cuándo ocurría el Evento que dará paso a ese futuro de la Humanidad? Y la respuesta es bien sencilla: cuando la humanidad accione. Es así de simple y claro, porque ya se están dando todas las condiciones para el cambio de humanidad se produzca, tanto en frecuencia, energía y vibración, hasta la tecnología disponible sumaría en ese proceso si se utiliza con consciencia y responsabilidad. Lo único que falta es que el ser humano decida dar el paso, tome las riendas de su existencia y accione para liberarse de sus cadenas. ¡Qué ironía! Lo único que falta es que el esclavo quiera ser liberado.

La Línea Temporal 42 de la Nueva Humanidad será una realidad sí o sí, pero las preguntas que debemos hacernos son otras: ¿estoy en consonancia con dicha línea o mi realidad es otra? ¿He decidido y estoy tomando acción por la Línea de la Humanidad o me he quedado anclado en otra línea menos que humana por desidia y conformismo? ¿Seré un cosechado de los demonios o lucho a diario por mi soberanía y libertad? ¿Todavía espero que alguien me salve o me esfuerzo por mi liberación? ¿Mi pertenencia es hacia una Humanidad verdadera, libre y justa o hacia el sistema que quieren imponerme? ¿Estoy colaborando con esa Humanidad o soy un simple espectador que espera que alguien se acuerde de él y lo recoja? ¿Soy parte de este viaje remando en la dirección correcta o soy un peso muerto, un pasajero dormido que ni sabe a dónde va?

Y aquí viene la pregunta de siempre: ¿qué tengo que hacer? Pues si todavía no se encuentra la respuesta, es que nunca se ha buscado de verdad. Tampoco las justificaciones mentales sirven cuando el corazón lo grita y solo tienes que escuchar. Puedes seguir dudando y existir sin más o puedes mirar dentro de ti, sentirte, reconocerte, y empezar a Vivir. El futuro empieza ahora.

Ángel Hidalgo



3 comentarios:

  1. ¡Qué ironía! Lo único que falta es que el esclavo quiera ser liberado.
    Lo único que falta,es que el esclavo quiera liberarse.
    Gracias Ángel!

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  2. Ese querer ser libre no depende de nadie, cada ser humano debe hacerse sus propias preguntas, preguntas a las que el mismo debe responder, nadie más. La esclavitud esta en nuestra propia mente y nosotros somos los únicos que podemos liberarla.

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