12 agosto 2018

ENSEÑAR APRENDIENDO


Hace tiempo que comprobé que la mejor manera de enseñar es aprendiendo y cuando no se aprende y solo se pretende enseñar es que te has quedado anclado en el tiempo, porque la vida es constante movimiento. Es por eso que un río está vivo y una charca se pudre y acaba muriendo.

El movimiento produce los cambios, y con los cambios vienen las experiencias. De las experiencias se aprende o terminas repitiendo. O sea, que aprender es necesario para seguir evolucionando, expandiendo, creciendo. Si dejas de aprender y en algún momento te plantas y crees que ya sabes lo necesario, te engañas, te mientes a ti mismo, te aposentas en un lugar de confort virtual intentando vivir de las rentas, mientras la vida sigue su curso.

Claro que llega un momento en que consideras que tienes algo que aportar. En eso consiste el conocimiento y la evolución, en un intercambio de ideas y descubrimientos para bien de todos y la humanidad. Y cuando crees que ves algo que los demás no ven es lógico y natural que lo quieras compartir, especialmente si crees que están siendo engañados, manipulados y conducidos para servir a otros intereses que no son suyos, que no son nuestros, que no son humanos. Como también es lógico y natural que te duela ver a los que sufren, a los desposeídos, a los que encierran, a los que someten, y sientas quebrarse el alma cuando chillan, cuando gritan, cuando claman justicia y ésta nunca llega, ni sacia, ni equilibra, ni consuela. Pero luego dan una justificación, una excusa, unos motivos que muchos tragan y vuelta a empezar. De nuevo nos engañan y vuelven a manipular y muchos son los que les siguen y defienden ciegos de ignorancia y control.

Pero esto de querer compartir o ayudar a llevar luz a los demás no es tan fácil como en principio pudiera parecer. Es entonces cuando nos damos cuenta lo difícil que es crear consciencia, la cantidad de obstáculos que hay que vencer y la cantidad de enemigos que debes enfrentar. No solo los externos que son más fáciles de ver, sino también los internos que hay que desmontar. Por eso se habla del guerrero, no por una cuestión romántica ni de enaltecimiento místico, sino por una cuestión de necesidad. Pues deberás convertirte en un verdadero Guerrero para poder enfrentar a los demonios en su terreno y con todos sus recursos, enfrentar a toda la programación establecida y enfrentar hasta a los más cercanos que nos rodean que se pondrán en tu contra. Todo ello para tener siquiera unas pocas posibilidades de éxito, arañando trocitos a la oscuridad, pero con la certeza y la satisfacción de hacer lo correcto. Habrás de convertirte en un guerrero o sucumbir, porque a menudo estarás solo, sin más ayuda que tu entrenamiento, tu voluntad y tu espíritu, y en contra, todo lo demás.

¿Es muy alto el precio? Claro que sí ¿O es que creías que con solo ver un poco más allá te regalaban la libertad? ¿Es que creías que con conocer de conspiraciones, entender de manipulaciones, ver parte del engaño, ya no serás manipulado ni engañado? ¿Todavía desconoces que el gran error es querer vencer enemigos externos sin antes haber enfrentado y dominado al más feroz y encarnizado que se encuentra en tu interior?

La libertad no se regala, la libertad se conquista a base de esfuerzo y trabajo interior. Entonces, apenas empieces a sentirte libre de tus cadenas, es cuando estarás preparado para romper la de los demás, comprender al que sufre y aliviar su dolor.

Ángel Hidalgo



3 comentarios:

  1. Pareciera una contradicción lo dicho por Platón, pero el niño teme la oscuridad por eso al ego no le gusta la luz ( hombre).
    Vernos desde lo más oscuro es un trabajo duro pero vernos con luz es más costoso pues sabes que tendrás que seguir encendiendo mas partes de ti que conllevan a un trabajo mas intenso pero con resultados asombrosos. Gracias Àngel.

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  2. El trabajo de guerrero es solitario y a la vez no.
    Todos vamos haciendo ese trabajito desde la Cinta, gracias Angel

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