20 mayo 2018

FUNDAMENTOS DE LA NUEVA HUMANIDAD


Ha llegado el momento de que nos ocupemos de lo que serán los fundamentos y principios básicos de la Nueva Humanidad, pues aunque no sepamos a ciencia cierta el cómo ni el cuándo acontecerá, si sabemos el porqué, y el cambio llegará porque así está escrito, porque la Humanidad del futuro tuvo su continuidad en la Línea 42, porque el futuro existe y ya pasó. Solo tenemos que recordar ese futuro que nos pertenece y tomar las decisiones apropiadas que nos llevaron allí, descubriendo así el cómo y el cuándo, pues esas decisiones nos llevarán a las acciones justas y correctas, tanto en lo individual como en lo colectivo, que serán las promotoras de los acontecimientos que la traerán a manifestación.

Los principios y fundamentos de la Nueva Humanidad son muy claros y no pueden ser otros que los valores más elevados del ser humano, desde donde se construye unas nuevas normas de convivencia y organización basadas en el respeto, la consideración, la equidad, la paz y la abundancia; pero también en la responsabilidad, la coherencia, la acción justa, la unión y el bien común que prevalece antes que el bien particular, pues si algo debe distinguir a un Ser Humano no es su egoísmo e interés particular, sino su empatía, su solidaridad y su generosidad en procurar el bienestar común, antes incluso que el suyo propio.

Es por ello que uno de los principios fundamentales de la Nueva Humanidad estará sostenido por el respeto mutuo y la consideración hacia el prójimo, lo que posibilitará una convivencia armónica, el gusto por compartir y el reparto equitativo de las riquezas. Cuando todos participan de lo que hay, de lo que se produce y se distribuye equitativamente en la comunidad, cuando todos colaboran con lo que tienen y poseen en beneficio de todos, la competición no tiene ningún sentido, ni querer acaparar más de lo necesario para vivir, ni se afanan por conseguir bienes, ni compiten por tener más. Nadie poseerá privilegios especiales, ni se perseguirán prebendas y protagonismos, no harán falta títulos ni escrituras de propiedad, ni certificados, ni mil acreditaciones más que solo sirven para separar, para el ánimo de lucro y para conseguir privilegios de unos sobre otros.

No habrá pobres y ricos, ni clases sociales, sino Humanos todos, construyendo juntos y conviviendo en un precioso planeta lleno de abundancia y prosperidad. La conservación y custodia de la naturaleza y el medio ambiente no será una excepción ni una excusa bonita para otros fines, sino algo de lo que todos tendrán consciencia y por tanto cuidarán de su biodiversidad, sabiendo que es nuestra casa-nave, nuestro hogar, el arca que nos cobija y alimenta mientras viajamos por el espacio y su inmensidad.

Las guerras serán un mal recuerdo que perteneció a un pasado donde cohabitábamos con demonios con fines de control, dominio y supremacía. El ser humano verdadero no goza con el sufrimiento ajeno ni se regodea haciendo daño a los demás. La paz será su bandera, el bienestar compartido su alegría y que todos participen de la abundancia, su estado natural.

No serán necesarias las numerosas e interminables leyes, ni ordenanzas, ni reglamentos, ni códigos civiles y morales, pues el ser humano se dejará guiar por su instinto natural, por su conexión con el Todo y la Creación, por su conservación, supervivencia y desarrollo. Así como tendrá acceso a su espíritu e intuición que lo conecta al Ser, y a través de éste al SER de los demás.

Una Nueva Humanidad donde todos y cada uno se harán responsables de sí mismo, donde primará la coherencia y la verdad contenida en su corazón y expresada en pensamiento, palabra y obra; sin engaños, sin mentiras, siendo justos consigo mismo y los demás, sin menospreciar a nadie ni dejando atrás a desvalidos y menesterosos, sino promoviendo una Humanidad verdadera que camina unida en valores, conocimiento y expansión.

¿Cuáles son entonces esos principios y fundamentos de la Nueva Humanidad? Sin duda alguna serán sus propias virtudes que son inherentes a la condición Humana, pero amplificadas por la Consciencia expandida, sabiendo quiénes son en realidad, de dónde vienen y a dónde van, conscientes del lugar que ocupan, de su propósito y finalidad, como expresión de la Vida Consciente de la Creación.

Ángel Hidalgo



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