Un
paradigma es un modelo general o patrón implantado como base de un
sistema y a través del cual discurren los arquetipos que lo
representan. También un paradigma sirve para conformar la visión de
cómo los individuos perciben la realidad, determinando sus
creencias, principios y valores, de manera que influye y condiciona
sus experiencias, sus respuestas e interacción con el mundo que le
rodea. Como ejemplos de paradigmas, los más significativos son: la
religión, la ciencia, la política y la economía. Todos ellos con
numerosos arquetipos que discurren por su programa principal como
vástagos que lo representan y sostienen.
La
Nueva Humanidad pronta a manifestarse se basará en nuevos
paradigmas, rompiendo con aquellos que por tanto tiempo han servido
para deformar la realidad y someternos a su control. Hay dos tipos de
paradigmas, el fabricado por implantación y el existente por
creación, el primero es una deformación subjetiva de la realidad
formado generalmente con fines de manipulación por la clase
dominante, el segundo es el que existe como parte de la realidad
general, intrínseco en la naturaleza de las cosas e inherente a las
leyes universales.
En
la Nueva Humanidad habrá una vuelta a los orígenes y conexión con
lo natural, donde el concepto de religión no tendrá cabida ni
sentido, pues no harán falta instituciones ni representantes de
ningún dios en la tierra que se atribuyan el derecho a hablar por lo
divino y decirle a los demás lo que deben o no deben hacer. El Ser
Humano será su propio dueño, libre y soberano en responsabilidad y
consciencia, obedecerá a su instinto natural, a su conexión con la
Fuente y a los dictados de su corazón a través de su espíritu.
Habrá
una vuelta a lo natural y se restablecerá el contacto con la
naturaleza, conviviendo en armonía con el auge y el estudio de la
ciencia y la tecnología. Pero no una ciencia artificial y
perniciosa, ni una tecnología solo al alcance de unos pocos
privilegiados, sino que será expansiva, universal y liberadora.
Expansiva porque la ciencia y la tecnología vendrá a ampliar los
horizontes y las posibilidades de la Humanidad con avances hasta
ahora inimaginables, universal porque será accesible para todos de
manera prácticamente gratuita, y liberadora porque no solo vendrá a
hacer innecesario mucho del trabajo que hoy se realiza, sino que
supondrá un salto en la medicina y la salud, la expectativa de vida,
la comunicación y el transporte, por poner algunos ejemplos.
La
política, si se le puede llamar por ese nombre, pues tal vez sería
más apropiado el término pol-ética, será algo totalmente nuevo y
que nada tiene que ver con el actual paradigma, pues los
representantes del pueblo serán elegidos por méritos y jerarquía
de consciencia. Esto quiere decir que solo serán aptos y elegibles
aquellos que por hechos demostrados sirven y tienen vocación para
ser los representantes y gestionar los recursos del pueblo, y que,
por jerarquía, su expansión de consciencia les permita tomar
decisiones salvaguardando los derechos y libertades de los demás.
En
cuanto a la economía, que tanto ha servido al sistema sionista como
medio de control y esclavitud, se tenderá hacia una economía sin
necesidad del dinero. Puede que éste siga existiendo en un
principio, pues lo malo no está en el dinero en sí sino en su uso y
manipulación para sojuzgar a los pueblos, y solo se utilice como
medida de valor o instrumento de intercambio de los bienes y la
producción para un reparto equitativo, nunca especulativo. Pero la
tendencia será a desaparecer cuando los pueblos estén organizados,
los bienes bien repartidos, los servicios comunes distribuidos y las
necesidades cubiertas, donde cada uno tomará lo que necesita y todos
aportando a la comunidad en consciencia y responsabilidad. La
economía estará basada en el factor Humano, para cubrir sus
necesidades y posibilitar su desarrollo, no en el factor dinero como
fuente de satisfacción de deseos y causa de desigualdades.
En
definitiva, los paradigmas que conformarán la Nueva Humanidad serán
completamente nuevos y poco o nada tendrán que ver con los que
conocemos, pues será un sistema Humano, creado por Humanos y
construido para Humanos, acorde a su verdadera naturaleza y a las
leyes que rigen la Creación. Un sistema que permita la libre
expresión y desenvolvimiento de la Vida consciente en toda su
magnitud y diversidad, habitado por seres libres y soberanos que
comparten en alegría una experiencia común.
Ángel
Hidalgo