30 junio 2018

ESTE TIEMPO PASARÁ


Este tiempo pasará, como pasa la tormenta, como pasan las nubes grises que impiden ver el sol, como pasa la noche oscura cuando despunta el alba, como pasan las pesadillas cuando canta el gallo del despertar... Pero este tiempo pasará.

Atrás quedarán las guerras, los engaños, robos y mentiras, el abuso, el maltrato y la manipulación. En el nuevo cielo resplandecerá la Verdad que se abrirá paso en nuestros corazones como una llama que todo lo consume. El cristal del entendimiento se limpiará para reflejar el conocimiento del pasado y la gloria del futuro construida en el presente, y una suave brisa se alzará anunciando el espíritu manifestado.

El control de miles de años caerá en un suspiro, como un castillo de naipes, como la torre fulminada por el rayo. Y en poco tiempo la Humanidad se levantará para asumir con responsabilidad su propósito y misión como depositarios de la Consciencia del SER, guardianes de Gea y protectores de la Vida.

El detonante será la acción de la masa crítica conseguida, cuando la consciencia en expansión alcance el punto de no retorno y el Humano se empodere de su esencia y virtudes, pues ningún demonio podrá tocar lo que no le pertenece por ser contrario a su naturaleza. Si nos han dominado fue por nuestra desidia y conformismo, por dejarnos llevar, por dejarnos conducir sin hacer nada para impedirlo, por comprar sus baratijas y despreciar nuestro tesoro, por no asumir el coste de nuestra libertad.

En la nueva Gea no habrá lugar para los rebaños, ni cercos, vallas o barreras, ni siervos o esclavos, sino que será en espacio amplio para compartir y crecer. Todos tendrán las posibilidades y derechos de tener un terreno propio, vivienda y trabajo para vivir en una comunidad de Humanos, pues serán los medios indispensables para su mantenimiento y desarrollo, y contarán con el apoyo de las nuevas tecnologías libres que serán implementadas para beneficio de todos convirtiendo la existencia en un disfrute, pues no se vivirá para trabajar sino que se trabajará lo necesario para poder vivir.

Por ello, se terminará con la dictadura de los mercados propios del sistema sionista e imperialista, pues no se producirán bienes para obtener beneficios particulares sino para satisfacer las necesidades colectivas, ni existirán las competencias despiadadas porque serán sustituidas por la colaboración participativa. No tendrá sentido trabajar más para conseguir más dinero, pues todos tendrán acceso a los medios y recursos básicos para poder desenvolverse, así como acceso al conocimiento, que no podrá ser negado a nadie.

La tiranía de los mercados, representado por las grandes corporaciones y multinacionales, será sustituida por un sistema Humano al servicio del Humano. Se producirá lo que se necesita para que llegue a todos por igual y se fabricará solo lo que haga falta, lo que sea útil, sin excedentes ni sobrantes, pues nadie ganará nada con ello y solo crea inestabilidad. Será un sistema equilibrado de fabricación por necesidad, nada de productos inútiles, de obsolescencia programada, de especulación de precios, ni de privilegios de unos pocos.

El Humano frente a su Humanidad. Cuando los recursos son compartidos por todos y a nadie se deja atrás, no habrá nada por lo que pelear y mucho por construir, como el goce y el disfrute de convivir en una existencia armónica llena de matices y oportunidad, abriendo nuevos caminos, expandiendo las fronteras y explorando nuevos mundos como verdaderos Seres Humanos, como la vida consciente del universo.

Y este tiempo pasará, como pasa la tormenta, como pasan las nubes grises que impiden ver el sol, como pasa la noche oscura cuando despunta el alba, como pasan las pesadillas cuando canta el gallo del despertar... Pero este tiempo pasará.

Atrás quedarán las guerras, los engaños, robos y mentiras, el abuso, el maltrato y la manipulación. En el nuevo cielo resplandecerá la Verdad que se abrirá paso en nuestros corazones como una llama que todo lo consume. El cristal del entendimiento se limpiará para reflejar el conocimiento del pasado y la gloria del futuro construida en el presente, y una suave brisa se alzará anunciando el espíritu manifestado.

El control de miles de años caerá en un suspiro, como un castillo de naipes, como la torre fulminada por el rayo. Y en poco tiempo la Humanidad se levantará para asumir con responsabilidad su propósito y misión como depositarios de la Consciencia del SER, guardianes de Gea y protectores de la Vida.

Ángel Hidalgo




19 junio 2018

EDUCA 42


Si hay algo en lo que veremos un cambio significativo en el futuro de la Humanidad, en esa Línea 42 próxima a manifestarse, sin duda será en la educación, pues una vez desechado el sistema cabalista representado principalmente por el capitalismo, el mercantilismo y la apariencia de democracia, lo que tomará auge será un sistema Humano, diseñado por Humanos y para Humanos. Ya no para educar en el consumismo y en la producción donde nos preparan para ser unos buenos ciudadanos que trabajan, consumen y pagan sus impuestos, sino en la cultura y la libertad donde nos desarrollamos como Seres Humanos que comparten, disfrutan y participan de sus valores y principios naturales inherentes a su Humanidad.

Los niños y adolescentes de hoy son los hombres y mujeres del mañana, sobre los que descansará el peso de la comunidad, su continuidad y la responsabilidad de sus valores. Invertir en una educación digna, expansiva y equilibrada no solo es necesario por el bien de nuestros hijos sino que es nuestro deber para garantizar el mejor futuro para la Humanidad. Y la mejor manera de educar a nuestros hijos es trasmitiéndoles nuestras virtudes y valores, fundamentados en un alto grado de conocimiento y acompañados del mejor ejemplo.

La educación del futuro no será fundamentalmente teórica como lo es ahora, sino orientada hacia la observación y la práctica, convirtiéndose en un continuo descubrimiento y experimentación. Existirán centros altamente equipados para impartir la enseñanza, pero no será encerrados en aulas donde estarán la mayor parte del tiempo deseando que pasen la horas para poder salir, sino en las calles, en los jardines, en las fábricas, en los laboratorios, en los museos, y en bosques, playas y ríos donde puedan sentir el contacto con la naturaleza.

La enseñanza será una aventura para el niño y no un suplicio sentado en un pupitre en el que no se puede mover, será un continuo descubrimiento entre juegos y risas, y no aburridas charlas sobre épocas pasadas con la seriedad de un sermón. Los exámenes no serán necesarios pues estarán en continua evaluación y experimentación. La enseñanza será proactiva, participativa e inclusiva, con ánimo de compartir y crecer, incentivando la imaginación, la creatividad, escuchando para poder ser escuchado, respetando para poder ser respetado y esforzándose en entender para poder ser entendido.

La enseñanza no irá encaminada solo hacia el desempeño de un trabajo o profesión como si fuera una máquina o unidad de producción. La enseñanza será integral y expansiva, pensada para formar Humanos y no simples trabajadores o ciudadanos. Las Ciencias y las Artes tendrán un lugar preponderante, el conocimiento y la investigación de la realidad serán bienes apreciados y de interés general; el Arte, como la música, la pintura o la escultura, será promovido en todas sus formas como cualidades de expresión cultural, y el auto-conocimiento y la expansión de consciencia serán el eje central de toda enseñanza y actividad. Pero, eso sí, con especial atención a que cada uno desarrolle su creatividad e instinto vocacional.

Los profesores y educadores no serán solo expertos en determinadas materias, sino buenos comunicadores, con capacidad de empatizar y seleccionados por su gran consideración hacia los demás. Serán ricos en Humanidad y no solo en conocimientos. Además, tendrán dotes de orientación para poder detectar y potenciar la vocación y capacidades innatas de sus alumnos.

Pero la educación no dependerá solo de ellos, sino que continuará en el hogar, con los padres, con la familia, con la amistad. La educación no puede ser solo para cumplir un horario y nada más, sino que será una necesidad a cubrir en cualquier momento y lugar. La enseñanza y el aprendizaje no tienen edad, pues no hay nada más placentero y de mayor interés que continuar aprendiendo y esforzarse por mejorar, tanto en lo interior como el exterior, creando Humanidad.

Ángel Hidalgo



10 junio 2018

SIN CONTEMPLACIONES


Cuando el mundo te asfixia y la necesidad aprieta hay que dejarse de contemplaciones y ponerse manos a la obra. No se puede permanecer impasible ante el dolor del maltratado, el sufrimiento del despojado y el grito del oprimido. Basta ya de soportar embestidas a pecho descubierto, ni de aceptar excusas de un gobierno que a nadie convence. La paciencia se agota y no es hora de lamentos ni de retroceder, sino de acción, de unirnos en un mismo propósito común, de hacer valer nuestros derechos y tomar el poder que nos pertenece.

No consentiremos más gobiernos inhumanos que venden la patria, sus tierras y sus pueblos al mejor postor. No consentiremos más sistemas cabalistas de miseria, expolio y esclavitud. Los sionistas y todos sus lacayos obedientes y corruptos deben ser removidos de sus puestos de poder y juzgados por traición a la Humanidad.

No merecen ninguna consideración quienes siendo representantes del pueblo y cobrando por ello no cumplen con su deber sino con sus amos en la sombra. ¿A quiénes representan? si nos engañan y manipulan con todo el descaro y la impunidad que sus cargos les otorga. Que no se escuden en sus representaciones ni mayorías cuando son dos o tres los que deciden y los demás obedecen, ni se atribuyan hablar por la voluntad del pueblo cuando los despoja de sus tierras, de sus casas, de sus trabajos y recursos. ¿Cómo puede ser esa la voluntad del pueblo? No es la voluntad del pueblo, sino la de sus amos a quienes representan.

Tenemos la fuerza del número y los medios a nuestra disposición, lo único que necesitamos es la determinación y la voluntad, y lo más importante, la unión. Saber abandonar las pequeñas diferencias de opinión y tener la suficiente consciencia y responsabilidad para dejar de lado lo poco que nos separa para sumar en lo mucho que nos une. Tenemos mucho por ganar y muy poco que perder, pues hasta lo poco que tenemos nos será arrebatado si no hacemos nada.

¿Qué es lo que todos queremos? ¿Qué es aquello a lo que cualquier ser humano aspira y necesita, sino es la paz, la justicia y la libertad? ¿Acaso no queremos todos vivir con dignidad en nuestras tierras, en nuestras casas, con nuestras familias, con nuestros pueblos y nuestra cultura? ¿No es vivir dignamente donde las necesidades básicas estén cubiertas y el respeto mutuo sea la norma de vida, donde la diversidad sea nuestra riqueza y la consideración hacia el prójimo lo natural porque es lo que nace de nuestros corazones?

Pues bien, por todo eso hay que luchar y ganarlo a fuerza de unión y voluntad. Nadie nos lo va a regalar sino peleamos por ello, lo exigimos y tomamos lo que es nuestro por derecho de vida. El silencio nos hace cómplices de la maldad y la inacción termina haciéndonos esclavos del poder por no defender nuestros derechos, pero un pueblo unido que lucha por su dignidad no puede ser contenido, es invencible, y cuando se alza con una sola voz hasta las piedras despiertan a su paso.

Seamos Humanos verdaderos y actuemos como tales, sin importar los personalismos y otras nimiedades. Caminemos juntos con un propósito común y un solo corazón. Abandonemos el miedo y mantengamos la frente bien alta, porque estaremos escribiendo la historia del Ser Humano que expulsó a los demonios, buitres y demás carroñeros, y que se liberó de su yugo para fraguar su propio destino como Humanidad libre, justa y verdadera.

Se acabaron las medias tintas, las consideraciones engañosas y las contemplaciones estériles. Es tiempo de acción y ejecución, no queda tiempo para nada más. Todo se define en estos momentos y cada día que pasa caen y mueren humanos por nuestra desidia e inactividad. Luchemos en todos los frentes y con las armas que dispongamos, cada cual como mejor pueda y desde la posición que ocupe, pero juntos y unidos con un propósito común, por un mundo mejor y más Humano, antes de que no exista nada por lo que luchar.

Ángel Hidalgo



03 junio 2018

HUMANO Y HUMANIDAD. EL INDIVIDUO Y EL COLECTIVO


Obviamente, el colectivo es una extensión del individuo, así como la humanidad lo es también del ser humano. A muchos les gustaría que la sociedad cambiara, pero la sociedad está formada por la suma de las parte que la componen, que somos todos y cada uno de nosotros. Pensamos que la sociedad es la que nos hace ser como somos, por la educación, por la cultura, por las creencias, las costumbres y tradiciones... y hasta cierto punto es así, siempre y cuando adoptemos de forma mecánica e inconsciente los arquetipos que la forman y el sistema reinante. Pero siempre tenemos margen de maniobra para elegir, pues en última instancia somos nosotros como individuos los que decidimos lo que hacemos o dejamos de hacer.

No digo que seamos completamente libres, ya que esta cualidad implicaría poder hacer cualquier cosa conociendo todas las posibilidades y con total consciencia, pero sí tenemos la capacidad de, primero, cuestionar lo que hay, y segundo, elegir si hacer o no hacer lo que nos dicen aunque sea lo que haga la mayoría. Y no solo tenemos esa posibilidad de elección, sino también la de hacer lo que podamos para cambiar las cosas.

El sistema debe estar al servicio del individuo y no al revés. Si una cosa sirve y nos hace prosperar, se mantiene y protege, pero si algo nos limita, nos aprisiona y perjudica, simplemente no sirve, y por tanto, se debe cambiar. Todo cambio empieza por el individuo, y si tiene la suficiente fuerza, apoyo y respaldo, termina extendiéndose, trasladándose a todo el colectivo una vez alcanzada la proverbial masa crítica. Esto se entiende perfectamente, sin embargo a la hora de la verdad resulta muy difícil de aplicar, pues nos contentamos diciendo que nos gustaría que las cosas cambiaran, que estamos de acuerdo o no con esto o con aquello, que ojalá alguien haga algo... pero muy pocos son los que verdaderamente accionan al respecto y se convierten en precursores de dicho cambio.

Indudablemente no solo vale estar de acuerdo o no con una idea, pensar no nos compromete y hablar cuesta poco, pero accionar en consciencia y ser consecuente con lo que se piensa y dice, cuesta más. No todos están dispuestos a ser coherentes y responsables para llegar hasta las últimas consecuencia y como dice la máxima: “Para pasar del dicho al hecho, siempre hay un trecho”. No obstante, la única forma de cambiar algo es llevar a la acción lo que se piensa y siente. En la mente cualquier idea puede parecer fácil y sencilla, pero para que se plasme en lo físico necesita de la acción y finalmente de su correcta ejecución.

Hacer las mismas cosas nos lleva al mismo resultado, el cambio requiere de nuevas acciones. Al principio puede parecer difícil, pues hay que vencer la fuerza de la inercia que nos induce a seguir repitiendo lo mismo, vencer esa resistencia o fuerza de fricción que impide impulsar un nuevo movimiento. Pero luego, una vez conseguida la acción, solo necesita de una constancia para ser mantenida, ya que termina siendo incorporada como algo natural. Es más difícil mover una roca en estado de reposo, instalada, que mantenerla en movimiento una vez conseguido que se mueva.

La Nueva Humanidad no surgirá del conformismo, sino del arrojo y la acción de individuos que toman su responsabilidad actuando en consciencia. La Nueva Humanidad no surgirá del desencanto pasivo que sigue haciendo lo mismo que hacen los demás, sino del Humano consciente y libre que lucha por sus ideales y consigue romper sus cadenas. La Nueva Humanidad no surgirá de amorosas intenciones que se queda en buenos pensamientos y bonitas palabras, sino en la práctica y ejecución de sus más altos principios plasmados en actos.

El Humano con mayúsculas no será aquel que solo piensa en su interés y se desvive por cumplir sus deseos, sino el que actúa con consideración a su prójimo y se ocupa en cubrir las necesidades. No será quien mire únicamente por su propio bien y beneficio, sino quien anteponga el bien común al suyo propio y personal. Ni será el que todo lo acepta y acata, sino el que de forma continua revisa, comparte y mejora.

Cada individuo, cada humano que no se conforma y somete, sino que se cuestiona, se esfuerza y mejora a sí mismo y su entorno, es un paso ganado a la inconsciencia que se convierte en referente y faro de otros. Son los individuos los que forman el todo, es la suma de las partes las que suben el piso cuando van ganando con sus acciones terreno a la inconsciencia. Y no se debe subestimar cada paso dado como insignificante o que sea en balde, pues todo suma y revierte en el conjunto para alcanzar la masa crítica que deparará en la Nueva Humanidad. ¿Quién puede decir si acabar con una mentira o un simple acto ejecutado con generosidad y consciencia no será el detonante que pondrá en marcha las acciones en cadena que lo cambie todo?

Ángel Hidalgo