En
verdad que resulta difícil transmitir cómo será vivir en la Nueva
Humanidad sin que parezca la imaginación desbordada de un ingenuo
infante o las fantasías de un loco. Si expusiera un panorama general
con todas las maravillas que nos aguardan como Humanos verdaderos,
sin remilgos ni cortapisas, seguramente no me creerían y sería
tomado como los desvaríos de un enajenado; pues estamos tan
habituados a vivir esta farsa y con tan penosas condiciones que
muchos hasta han olvidado lo que sentían cuando aún eran niños,
cuando el mundo era hermoso y la vida una gran aventura cada día al
despertar.
Es
una lástima que ese niño interior haya sido sepultado entre tantas
capas de programación, de imposiciones, de rigideces, de miserias
propias y ajenas, condenándonos a vivir una vida de adulto, con sus
penalidades, sus obligaciones, su seriedad y su aburrimiento. Muchos
incluso luchan y protestan contra todo lo que consideran una
injusticia, una carga y una cárcel, luchan contra el sistema
político, luchan contra las religiones, luchan contra el opresivo
sistema económico y financiero para que cambie un poco las cosas;
pero no se atreven a ir más allá, no se atreven a soñar, no se
atreven a vivir su sueño, no se atreven a seguir aprendiendo como
niños, a vivir como Humanos, porque lo consideran irreal.
¿Y
si les dijera que no es un sueño, que es el recuerdo de un futuro,
que existe y ya pasó, que se puede, y que todo futuro recordado
sirve para modificar nuestro presente, para tomar las decisiones
correctas, para emprender las acciones oportunas?
Pero
claro, todo esto es de locos, me he salido de la caja y tengo que
volver a mi racionalidad, tengo que poner los pies en el suelo, la
vida es lo que hago todos los días: levantarme para ir al trabajo,
preocuparme en ganar dinero, alimentar, educar y ayudar a mis hijos,
pagar la casa y los impuestos, y sobrevivir de la mejor manera
soportando los pesares. ¿Cómo voy a preocuparme en nada más?... Y
así aceptamos, nos conformamos, bajamos los brazos y alimentamos y
mantenemos nuestra realidad. No queremos aprender que los pies deben
estar en el suelo pero los ojos están arriba en la parte más alta
para ver más lejos, y el corazón está en el centro para guiar
nuestros pasos.
Vivimos
en una realidad que no es nuestra, en una Matrix que nos han impuesto
y hemos terminado adoptando, una realidad ficticia de la que nos
quejamos y renegamos, pero de la que no queremos despertar. Pues
despertar no es solo conocer lo que está oculto, no es solo saber de
manipulaciones y control, despertar es tomar consciencia y actuar en
consecuencia con responsabilidad y coherencia, y eso cuesta, cuesta
tanto que lo tratamos de evitar y buscamos a otros que nos enseñen
el camino fácil, que nos digan qué hacer, que nos ayuden a
despertar, que enciendan la luz, que nos guíen y nos liberen, que ya
estamos hartos... Pero cuando alguien nos dice que el trabajo es de
cada uno, personal e intransferible, propio y con esfuerzo,
enfrentando nuestras luces y nuestras sombras que habitan en nuestro
interior, entonces, nos desencantamos, buscamos otra cosa, y rogamos
porque alguien, algún día, nos libere y libere a la humanidad.
Y
ahora, ¿se imaginan una Humanidad en la que todos hayan despertado,
actuando con consciencia y responsabilidad, sin ocultar el
conocimiento y con todas las posibilidades para ser Humanos de
verdad? ¿Se imaginan una Humanidad compuesta por habitantes con la
inocencia de un niño y la sabiduría de un anciano, compuesta por
Humanos que viven en paz y armonía, participando todos de los
recursos habidos y por haber y compartiendo alegremente tanto lo
material como lo espiritual? ¿ Todo ello, además, sin las mentiras
del pasado ni la corrupción de los mandatarios, sin padecer un
sistema laboral esclavo, sin la falta de los recursos básicos porque
a todos les está garantizado, sin carencias de energía o
tecnología, sin restricciones de movimiento y fronteras, sin
enfermedades provocadas por un sistema insalubre, sin mercados ni
corporaciones que manipulen la economía, los productos y servicios,
sin entidades financieras que manejen tus recursos, sin guerras ni
mercados de armas y drogas, sin tráfico de órganos ni personas, sin
artificios que separen por razones de sexo, edad, raza o clase
social?
Es
decir, si quitamos todo lo que es nocivo y perjudicial, todo lo que
nos han impuesto los demonios, todo lo que es inhumano y que solo
produce enfrentamientos y división, si ya no existe motivo para
competir unos con otros ni causa para enfrentarnos por poseer más
que el otro ¿qué quedaría? Pues un nuevo piso de Humanidad para
construir un techo tan alto que será grandioso poderlo descubrir.
Quedaría el Humano viviendo entre Humanos y sin rastro de maldad, de
demonios con sus fabricaciones oscuras de control, abuso y
manipulación. Y quedaría una Tierra que acoge a sus habitantes como
guardianes de sus recursos, de su flora y de su fauna, de sus
secretos y sus misterios que ya no lo serán, de sus civilizaciones
internas y de sus visitantes del espacio, del intercambio de culturas
y acceso al conocimiento universal. Una Tierra que será el reflejo
de un cielo como el que siempre estuvo destinado a ser.
Por
eso los invito primero a recordar ese futuro que habita en el fondo
de cada Ser, y luego a vivirlo conforme lo sientan, aquí y ahora, en
este momento y lugar, de ahora en adelante, tomando las decisiones
que deban tomar y las acciones que sean necesarias de emprender, pues
no solamente lo estaremos viviendo nosotros como individuos sino que
también lo traeremos a manifestación como colectividad, como
Humanidad. Y con ello, estaremos cambiando la realidad.
Ángel
Hidalgo
Gracias Angel!!! Siento cada palabra aquí expuesta. Siento que algo maravilloso e inimaginable hay detras del velo. Es verdad que uno sumergido en su ceguera, espera « al guía , al maestro» q nos tome de la mano y nos haga recorrer ese camino Hacia la verdad, sin comprender que ni sentido tendría, ya que la ceguera seguiría allí. La batalla es interna y con uno mismo, con ese q me han implantado pero de a poco voy pudiendo reconocer, y así poder enfrentarlo. Así que ya comencé mi batalla, y cuando caigo por un mal golpe, me recuerdo q tengo el poder. Esto de recordar el futuro que habita en cada ser, me golpeteo el cerebro y desde mi corazón me Impulsó a un « lo sé!»
ResponderEliminarAngel, gracias, gracias, gracias de corazón y desde mi niña interior