A
menudo me he preguntado qué es lo que nos distingue como Seres
Humanos y he podido comprobar, no sin cierto asombro, que he
encontrado más Humanidad en personas sencillas, humildes y de baja
condición social que en aquellos que tienen grandes estudios, una
gran reputación y elevado nivel de conocimientos. No es que el
conocimiento sea malo, al contrario, creo que es necesario para la
propia expansión de consciencia, pues a mayor conocimiento se tiene
más y mejores herramientas para el propio desarrollo y liberación,
siempre, claro está, que el conocimiento se transforme en sabiduría
por medio de la experiencia.
Sin
duda el problema no es el conocimiento, sino lo que hacemos con él.
Claro que también depende de la clase de conocimiento
adquirido, del arquetipo que representa, de su calidad, de su
intención y propósito. Luego tenemos el trabajo de cada uno, de
creer o no creer, de aceptar sin experimentar o de investigar para
terminar creyéndonos a nosotros mismos, no porque lo diga fulano o
mengano, sino porque lo validamos de acuerdo a nuestro sentir,
nuestra experiencia e investigación.
Pero no podemos obviar el hecho de que personas muy sencillas y sin estudios a veces demuestran un mayor grado de Humanidad que aquellos académicos y cultivados, seguramente porque los mismos estudios oficiales y el ámbito de la competitividad vinieron a tergiversar los valores de Humanidad que traemos al nacer, inculcando nuevos valores adoctrinados y suplantando los principios Humanos por semillas de ciudadano cumplidor, de obrero trabajador, de ganado productor, donde, si quieres ascender y tener éxito en la sociedad, te tienes que amoldar a un conjunto de normas sacrificando tus anhelos verdaderos para dar paso a tus deseos.
Pero no podemos obviar el hecho de que personas muy sencillas y sin estudios a veces demuestran un mayor grado de Humanidad que aquellos académicos y cultivados, seguramente porque los mismos estudios oficiales y el ámbito de la competitividad vinieron a tergiversar los valores de Humanidad que traemos al nacer, inculcando nuevos valores adoctrinados y suplantando los principios Humanos por semillas de ciudadano cumplidor, de obrero trabajador, de ganado productor, donde, si quieres ascender y tener éxito en la sociedad, te tienes que amoldar a un conjunto de normas sacrificando tus anhelos verdaderos para dar paso a tus deseos.
Entendemos
que culto es alguien que tiene una formación, que se ha instruido,
que ha estudiado y leído mucho, que tiene cierto manejo de la
expresión y el vocabulario. En realidad, los estudios universitarios van encaminados
hacia el aprendizaje de un área concreta para desempeñar una
profesión, nada más, sea el estudio de las leyes, la medicina, la arquitectura o la economía, por ejemplo, pero ¿quién enseña Humanidad?
Hace tiempo que la cultura se ha convertido en un artículo de comercio, siendo los estudios, los cursos y los títulos ofertados, vendidos y comprados como un medio de consumo; así que terminamos siendo instruidos en cualquier rama o disciplina, obteniendo un título o diploma que nos permite "legalmente" desempeñar cierta tarea o profesión, pero no nos hace mejores Seres Humanos.
Hace tiempo que la cultura se ha convertido en un artículo de comercio, siendo los estudios, los cursos y los títulos ofertados, vendidos y comprados como un medio de consumo; así que terminamos siendo instruidos en cualquier rama o disciplina, obteniendo un título o diploma que nos permite "legalmente" desempeñar cierta tarea o profesión, pero no nos hace mejores Seres Humanos.
¿Qué
hace un reputado abogado sin valores de Humanidad? Pues aprovechar su
conocimiento y manejo de la legislación vigente para alcanzar un
buen estatus social y posiblemente termine trabajando en un gran
bufete, para una conocida marca o alguna multinacional. ¿Qué hace
un reputado médico sin valores de Humanidad? Pues abrirá su propia
consulta con altos honorarios para atender las enfermedades de los
que puedan pagar, acabará trabajando para alguna industria
farmacéutica o puede que como asistente personal de los ricos y
poderosos. Y lo mismo se puede aplicar a cualquier otra profesión, donde los
mejores profesionales utilizan sus conocimientos para enriquecerse o
vender sus servicios al mejor postor.
Todos sabemos que hay mucho ladrón de guante
blanco, mucho embaucador sin escrúpulos, y que detrás de tanta
apariencia no hay Humanidad. El conocimiento es neutro, no es ni
bueno ni malo, es un instrumento que dependiendo de su uso será útil
o perjudicial, puede servir para elevarnos a alta cotas del
aprendizaje y la acción de la consciencia o puede ser dañino si ese
conocimiento es solo mental y usado para aprovecharse
de los demás, para manejar, para manipular, para conseguir los fines
y propósitos más egoístas.
Existen
muchas personas que son compasivas, empáticas, solidarias, amables y
hasta sabias, que diariamente se dan y ayudan a los demás. Son
personas que a todos nos gustaría tener como amigos, como compañeros, como vecinos, personas que son humildes y sencillas, personas que no son conocidas, que no visten de
etiqueta, que no tienen ningún título o diploma que los avale o distinga, pero
que poseen más Humanidad que un montón de abogados, ingenieros,
médicos, políticos o profesores juntos. Porque la cualidad Humana no
es la medida del conocimiento, sino de la consciencia, de los
principios y valores que nos mueven, de su ética y moral; es ser fiel y genuino conforme a su naturaleza, con la capacidad de
ponerse en el lugar de otro, con el sentir compartido alegrándose de sus logros y acompañando en sus desgracias, con la voluntad de
ayuda desinteresada a los demás, de dar por la satisfacción de dar,
de alumbrar porque es la cualidad de la Luz, de Amar porque es su
forma de Ser.
Estos
principios y valores Humanos deberían estar presente en los hogares, en las escuelas
y universidades, formar parte de la educación e ir de la mano de las
demás materias y conocimientos para que éstos tengan un sentido y
propósito superior, no solo para su propio
beneficio sino para la comunidad, no solo para que sirva a los ricos
sino también a los menesterosos, no solo para las corporaciones y
multinacionales que manipulan y controlan sino para la especie Humana
y en bien de todos.
El Ser Humano ya lo trae de serie incorporado, solo hay que no negárselo, sino promoverlo.
El Ser Humano ya lo trae de serie incorporado, solo hay que no negárselo, sino promoverlo.
Ángel Hidalgo
Gracias ángel...! Cuando venis de una familia,donde la humildad,se manifiesta a traves de los actos simples de cada día,mientras el afuera es tan opuesto en su gran mayoría,empiezan a resonar esos actos,con tanta fuerza,que no podes dejar de comprender,lo que acabas de relatar. Si la humildad,va de la mano del conocimiento,la Humanidad,logrará ser verdadera libre y justa."Ser alguien" ha convertido al hombre en un egoico ser,que lo aleja de la humnidad,por ese deseo de ser mas que,por haber adquirido conocimiento,cosa que logras aún,también,si eres un auto-didacta(sin titulo).Ojalá, comprendamos la diferencia que existe entre conocimiento e inteligencia,y poner dicha inteligencia,al servicio de la sabiduría.Gracias,de corazón.
ResponderEliminarAsí es Mirta. El conocimiento nos envilece cuando no va acompañado de las cualidades Humanas y la consciencia, creyendo que somos alguien por saber más que los otros. Pero cuando hay consciencia y humildad el conocimiento se convierte en una gran herramienta para crecer y ayudar a los demás. Un Abrazo
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